LA COFRADE DE LA SEMANA I Luna del Mar Olivares Jiménez.


         Luna del Mar Olivares Jiménez, nos regala su testimonio en primera persona de lo que ha sido su camino al Rocío. Hermana de la Hdad del Rocío de Jaén

Ella es nuestra Cofrade de la Semana; conocemos a Luna. 

1.- ¿ De qué manera vives el Rocío?

    Siempre digo que hay dos maneras de vivir esta Romería, en hermandad o, por decirlo de alguna manera, en tercera persona. En mi caso por herencia siempre la he vivido con esos que considero familia, con una hermandad humilde, que pese a los kilómetros que nos separan de ella, todos los años cientos de personas emprendemos el camino hacia sus plantas, mi hermandad bonita, mi hermandad de Jaén. 

    Ojalá poder describir que se siente en cada etapa del camino, en cada paso al lado de nuestra carreta de plata, al seguir el paso de las mulas, en cada acampada…El sentimiento de hermandad se respira en cada momento clave, al ver nuestro simpecado subir los 7 escalones de Villamanrique, en los que empujan la carreta en la raya, en los abrazos al cruzar el Ajolí, en los silencios y miradas complices que lo dicen todo... 

2.- ¿ Con qué momento te quedas?

    De este camino me quedo con la mirada hacia los mas pequeños, hacia los niños que a la misma vez que han aprendido a andar, han aprendido las arenas, lo que es el camino y lo que es hacer hermandad. Y eso es lo bonito de esta hermandad humilde, que como dice mi amiga Maria Hernandez “al nuevo peregrino se le acoge, y al de siempre se le respeta”.

    Cuando llegas a la Aldea, todo cobra sentido sabes que estas cerca de ella, que aunque se te hayan hecho pesadas las arenas, todavía quedan fuerzas e ilusión para verla el lunes de madrugá. Lo bonito de allí es la convivencia, ver que en nuestra casa de hermandad siempre hay una voz que le reza cantando, al ritmo de una guitarra o un tambor. Ver como las mujeres se engalanan con sus mejores trajes y los hombres se ponen sus chaquetillas para el sábado de presentación, cuando la carreta llega hasta sus plantas. Sentir los nervios del domingo porque se va acercando la hora.

    Mi momento favorito de la aldea siempre será el Rosario del domingo por la noche, cuando nuestro simpecado alumbrado por velas y antorchas (haciéndole un guiño a la tradición de nuestra tierra) va camino hacia la ermita. El momento en que todas las hermandades nos reunimos en la Plaza Doñana, y notar que todos tenemos lo mismo en la cabeza ¿A qué hora saldrá este año? ¿Cómo irán los almonteños? ¿Podre acercarme a ella para cumplir mis promesas?. 

    Quien vive el Rocío en hermandad, sea cual sea su hermandad, tiene un momento culmen en su romería, ese momento en el que se te crea un nudo en el estómago, ese instante en el que ves a la Blanca Paloma acercarse poco a poco a tu simpecado y saber que un año más se ha cumplido el sueño; en este caso saber que un año más Jaén esta con la Virgen.

3.- ¿Qué le dirías a las personas que no conocen esta hermandad de gloria?

    A todo el que lea esto os animo a vivirlo, a experimentar la fe que se vive en estos días, a sentirse perteneciente a una hermandad que siempre acoge y enseña como es el Rocío.

Desde el equipo de Estación de Penitencia, darte las gracias por tu tiempo, Luna.

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