LA MARCHA DE LA SEMANA
Fue compuesta por Manuel López Farfán (1872 - 1944), Capitán Músico Mayor del Regimiento de Infantería Soria 9. Existen partituras fechadas en 1919 y en 1924, de ahí la controversia existente sobre la fecha real de su composición. Lo cierto es que hay varias versiones distintas de esta marcha. Está dedicada a la Hermandad de las Siete Palabras de Sevilla.
En palabras del insigne cofrade Juan Carrero: "En la tarde del Domingo de Ramos (13 de abril de 1924) mientras salía la Virgen del Socorro de la Hermandad del Amor, sonaba por primera vez, en la plaza del Salvador, los compases de esta marcha, que pasarían a la historia de nuestra Semana Mayor con el nombre de 'campanilleros'. Su autor Manuel López Farfán la había dedicado para la Hermandad de las Siete Palabras, radicada en la Iglesia de San Vicente. Como dato curioso, esta marcha posee una letra que le escribió el capitán del Regimiento de Soria, don Antonio Olmedo, y que dice:
En la cima del Monte Calvario
orlada de nubes, brillaba una Cruz,
y a sus pies, con el Santo Sudario,
esperaba María un rayo de clara luz.
Que luz era su Hijo Jesús,
luz radiante que alumbró cielos y tierra
y esparció en sus ascuas amor, caridad y virtud".
Es una de las marchas más populares del panorama musical cofrade andaluz. Supuso una verdadera revolución en su época ya que, dentro de su estructura, es sustituido el fuerte de bajos por una "copla" cantada, popular de los campanilleros de Navidad. Esa letra cantada se interpreta raramente, pero su puesta en escena musical es muy peculiar porque se acompaña de las características e inconfundibles campanillas. Es inaudito y sorprendente oir sones navideños en una marcha de Semana Santa. Especialmente notable dentro de su composición es el trío final, una auténtica joya.
El director de la Sociedad Filarmónica "Ntra. Sra. de la Oliva", José Manuel Bernal Montero, indica sobre esta obra: "Pienso que el secreto de la gran difusión de esta marcha está en la sabia combinación del folclore popular con la más culta aplicación de los conocimientos que sobre materia compositiva tenía el maestro Farfán". Añade además: “muy pocas veces podemos oír esta composición completa por la degradación a que algunas bandas están llevando nuestro rico patrimonio cultural”.
Sobre este comentario hay que matizar que la mayoría de bandas andaluzas suelen interpretar esta marcha con el final incompleto, eliminando los últimos compases y reduciendo la marcha a una interpretación chabacana que se aleja mucho de la intención original de su autor.
Probablemente sea la marcha que más veces se haya grabado en la historia de la música cofrade. Hay grabaciones ciertamente memorables.
En la "II Antología de Marchas Procesionales " el Soria 9, dirigido por Abel Moreno, graba la versión "corta" de esta marcha con un sonido impecable.
En 1992, Antón García Abril la arregla y adapta para orquesta para incluirla en la banda sonora de la memorable película "Semana Santa". Podéis encontrarla en el cd del mismo nombre con la interpretación de la London Philarmonic y bajo la batuta de García Abril. Sublime.
En 1996, José Manuel Bernal Montero se encierra en los Estudios de Alta Frecuencia con su Banda de la Oliva y con el coro de campanilleros "La Tambora" de Salteras para grabar la versión original cantada de esta marcha. Con un resultado sorprendente, supone un manifiesto para reivindicar la interpretación original de esta composición los días de Semana Santa. Quedó recogida en el disco "Ntra. Sra. de la Oliva" de ese año.
En 2003, la Sociedad Musical "El Carmen" graba, como conmemoración del 75º aniversario de su creación, una versión genial con nuevos arreglos instrumentales, pero sin apartarse del espíritu del original, de los músicos Javier Padilla y F. Gómez Calado, consiguiendo unas cotas de sonido orquestal impecable que recuerda a la adaptación de García Abril.
En resumen, una marcha que ha sido infravalorada injustamente muchas veces y que es digna representante de la riqueza y variedad de nuestro patrimonio musical. Patrimonio que está a expensas de la calidad de nuestras bandas y del cuidado y pulcritud que dediquen a la hora de interpretarlo. Son las garantes de nuestra música, por eso hay que reivindicar a los músicos de conservatorio y a las bandas profesionales. A la formación musical completa y a las Escuelas musicales. Los cofrades tenemos que ser tan exigentes en la parcela musical como lo somos en el resto de cosas que nos incumben.
Texto extraido de Patrimoniomusical.com