EL CRISTO DE LAS AGUAS SE ENCONTRÓ CON JAÉN
En la tarde del 14 de febrero de 2024, Jaén recibía con los brazos abiertos al titular cristífero de la recién erigida como nueva hermandad de nómina. La Hermandad Sacramental de la Sagrada Lanzada.
El Cristo de las Aguas, imagen que presidia el Via Crucis del Miércoles de Ceniza; tanto en el traslado de ida como en el rezo propiamente dicho, en el recorrido de vuelta; dejo una huella imborrable en cada una de las paradas que fue realizando. Especialmente al paso por la Residencia de Mayores DomusVi, en el palacio Condes de Corbull. Donde de manera espontanea y sin más motivación que la emoción de las personas allí presentes; ancianos y personal de cuidados; se arrancó en un emotivo aplauso tras girarse el paso para rendirles un solemne saludo.
La hermandad tuvo a bien que fueran personas del pueblo de Jaén quienes pudiesen realizar muchas de las levantás del recorrido, hombres, mujeres e incluso niños. Pero especialmente la realizada precisamente allí, ciertamente pudo encoger el corazón. No hay adjetivos que describan lo que las miradas que estos ángeles arrojaron sobre la imagen de Cristo. Uno ojos inocentes, llenos de brillo, devoción y pureza. Ellos no distinguieron entre formas de portar o hicieron valoraciones de exhornos florales, me atravería a decir que ni siquiera muchos sabrían ciertamente de que imagen se trataba; porque eso no les importaba. Jesús estaba allí y sintieron esa paz, sus caras lo reflejaban.
Repito, pureza. Esa misma con la que una señora residente realizó la levantá que la hermandad Sacramental de la Lanzada les quiso brindar a quienes se encontraban esperando el paso del Señor. Con un gran carisma, dando la enhorabuena y las gracias deseando a todos los presentes, amor, perdón, mucha esperanza, dio el golpe de llamador.
Quizás estemos faltos de estas virtudes o quizás solo necesitemos ver más veces de esta manera lo realmente importante de esto y el motivo real de sacar una imagen a la calle. Cuando el corazón habla no importa lo estético y estas personas sin querer dieron ayer cuenta de ello, ojalá sirva de aprendizaje.
Por lo demás, y entrando en otras valoraciones, destacaría la presencia de nuestro Obispo M. D. Sebastian Chico Martínez durante todo el Vía Crucis, con una puesta en escena excepcional; de un gran gusto tanto en lo litúrgico como en el apartado estético y musical.
Un encuentro entre la imagen del Cristo de las Aguas y el pueblo jiennense que seguramente haya despertado intereses de cara a 2025.
Tocará esperar hasta entonces, por ahora queda saborear el recuerdo de un Miércoles de Ceniza de encuentro y Fe.
Juan Carlos Salas