La música en la Semana Santa de Jaén

            Hablar de la Semana Santa en Jaén es hablar de devoción, amor y fervor hacia las distintas imágenes titulares de las Hermandades y Cofradías de la ciudad del Santo Reino.

El origen de las primeras Hermandades de Jaén se remonta a la Edad Media, tras haberse realizado la conquista por parte de los cristianos. Durante esa época las Cofradías tenían un fin piadoso y militar, las cuales se organizaban para defender la ciudad y sus alrededores.

En la época de los primeros reyes cristianos comienzan a aparecer hermandades buscando un sentido religioso. A partir del siglo XVI comienza a celebrarse la Semana Santa tal y como hoy la conocemos. Cofradías fundadas con fines asistenciales o caritativos y otras fundadas en torno a un titular, de las cuales, algunas de ellas aun perduran en la actualidad.

En la capital jiennense, el aspecto musical ha pasado por épocas con una importante actividad como durante los primeros años del S. XX, cuando se produce un florecimiento musical gracias a la creación de numerosas bandas de música. Durante el primer tercio de siglo hubo diversas bandas de música en la ciudad: la del Hospicio, en los primeros años; la de los Exploradores de Jaén, la de Voluntarios Realistas, la del Regimiento Provincial, la Banda Municipal, la del Batallón Infantil y la Banda Infantil de Santo Domingo.




La Semana Santa era una época propicia para los conciertos de música sacra, por lo que además de toda la música religiosa que se cantaba en las iglesias y catedrales para celebrar los oficios litúrgicos a lo largo de la Semana de Pasión, se organizaban conciertos sacros dentro y fuera del templo.

La presencia de la capilla de música de la catedral se haría efectiva en los grandes

acontecimientos: en los funerales por el Papa León XIII se ejecutaría "la misa de Mozart" a gran orquesta; tampoco faltaría en los funerales por Isabel II, en la "venida" del rey Alfonso XIII, en 1904, en las tomas de posesión y funerales de los obispos (1902, 1907...). Existen documentos gráficos de una Escuadra de Soldados Romanos tocando cornetas y tambores en los años 40 del pasado siglo.

Sin embargo, a finales de los años setenta y principios de los ochenta, se produce un retroceso en cuanto al número de bandas municipales, las cuales se sustituyen por otra serie de servicios y que provocó por un lado la desprofesionalización de las bandas, y por otro el asociacionismo en pro de mantener el entramado bandístico.

Desde 1963 se venía agudizando la crisis que acabó con la supresión de numerosas plazas de director dependientes de las corporaciones municipales. Ante la caída en picado de las bandas municipales, la alternativa musical que se impuso en la mayoría de las localidades fue la de las agrupaciones creadas y organizadas en el marco de asociaciones musicales o culturales. Cada vez más numerosas y profesionalizadas, que supondrán un bálsamo para los ayuntamientos al ver de algún modo 


complacida con ellas la titularidad oficial de la ciudad sin la necesidad de contratos laborales permanentes que mediasen entre institución y músicos. Al mismo tiempo, las bandas de asociaciones constituirían un escenario para el ocio cultural y la afición musical de los ciudadanos y jóvenes músicos, muchos de los cuales recibirán simultáneamente formación musical en los Conservatorios y Escuelas de Música.


       A raíz de esto, surgen en los años setenta formaciones como la Banda de los Romanos, la de la Cruz Roja, la Policía Armada y de la OJE (Organización Juvenil Española), aunque las primeras bandas vinculadas puramente a una hermandad surgen en los años ochenta con formaciones como la Banda de Nuestro Padre Jesús, la de los


Estudiantes, la de La Soledad o la de La Buena Muerte y la de la Vera Cruz, que actualmente han desaparecido. La extinguida banda de los Romanos cuya desaparición se produjo alrededor del año 1998, era la que hacía la mayor parte de las procesiones de la capital en los años ochenta. Todas estas formaciones fueron reemplazadas por otras tras su desaparición.

En la actualidad son diversos los tipos de formaciones que podemos encontrar durante los recorridos procesionales de la capital jiennense. Entre ellos destacan:

Bandas de música también llamadas en el argot cofrade "bandas de palio", pues este tipo de formaciones siempre suele acompañar a los pasos de vírgenes.

Es en el siglo XIX cuando aparecen las bandas de música como tales, es decir, un grupo musical formado por instrumentos de viento-madera, viento-metal y percusión. El repertorio se basaba en


arreglos de determinadas marchas fúnebres que integraban obras mayores para orquesta. Como ejemplos de ello podemos citar la Marcha Fúnebre de Beethoven (3ª Sinfonía), la Marcha Fúnebre de Chopin (Sonata para piano) o Ione, que es una adaptación hecha por Manuel Font de Anta de la ópera del mismo título compuesta por Enrico Petrella. No es hasta finales del siglo XIX, concretamente hasta 1895, cuando aparece la que se considera primera marcha compuesta expresamente para interpretarse en una procesión de Semana Santa. Dicha obra es de José Font Marimont y está dedicada a la Cofradía del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo y 5ª Angustia de María Santísima de Sevilla.

En la capital jienense, aparte de la única formación de tipo profesional que existe, que es la Banda Municipal de Jaén, y que acompaña una parte del itinerario procesional que realiza Nuestro Padre Jesús "El abuelo", así como diferentes procesiones de Gloria, encontramos tres formaciones de este tipo que participan de manera activa en la Semana Santa de la capital. Se trata de formaciones muy jóvenes, con muy pocos años de historia aunque como mucha experiencia en el plano procesional. 

Éstas son:

  - Sociedad Filarmónica de Jaén, del año 2003.

  - Banda Sinfónica de Jaén, que data del año 2007.

  - Banda de Música "Blanco Nájera" del año 2007.

Existen tres estilos de marchas procesionales para bandas de música: el denominado estilo "fúnebre", el de "palio" y el "popular". Las marchas pertenecientes al estilo de palio y popular proporcionan a estos pasos unos ritmos que favorecen en su conjunto el resultado visual y sonoro haciendo posible que se puedan mecer airosamente.

Las marchas fúnebres son lentas, de carácter triste, y carecen de partes de cornetas. El estilo "de palio" surgió con las marchas procesionales Pasan los Campanilleros (1924) y La Estrella Sublime (1925) del autor Manuel López Farfán. En las marchas "de palio" el ritmo se aviva y la melodía


transpira un aire jubiloso y triunfal que no se desprende de las fúnebres. Hay marchas "de palio" con y sin cornetas. Este instrumento les confiere una gran brillantez.

Con motivo de las participaciones en los recorridos procesionales, este tipo de formaciones incluyen tambores y cornetas. Hay mucha exigencia por parte de las cofradías de la inclusión de estos instrumentos como parte de la plantilla de la banda de música, ya que dota de una brillantez, sonoridad y proyección a la banda que difícilmente tendría sin este instrumento.

En el plano de las Agrupaciones Musicales, encontramos a tres de las formaciones musicales más antiguas de la ciudad:

  - Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Piedad en su Presentación al Pueblo, "La Estrella", del año 1996.

  - Agrupación Musical Jesús Despojado, cuya fundación se produce en el año 1998.

  - Agrupación Musical "María Auxiliadora" del año 2002, hoy lamentablemente desaparecida.

Entendemos por Agrupación Musical a las formaciones de Semana Santa que están constituidas por trompetas, trombones, tubas, cornetas, tambores, bombos y platillos. Desde hace unos años, se han incorporado también a esta plantilla instrumentos como bombardinos, fliscornos y trompas.

Las marchas que interpretan este tipo de formación se dividen en diferentes estilos: "estilo popular", cánticos litúrgicos adaptados a esta plantilla como Pescador de hombres, Cerca de ti señor,


Cantemos al amor de los amores, o Christus Vincit. El estilo "marchas clásicas" son consideradas señas de identidad de las diferentes agrupaciones musicales andaluzas que son ampliamente conocidas como Consuelo Gitano, Clámide Púrpura, Oh bendita Estrella, o Señor de San Román. Finalmente está el "estilo propio", marchas que son exclusivas de una formación y que normalmente son fruto de encargos a compositores con gran experiencia en este campo.

En cuanto a las denominadas Bandas de Cornetas y Tambores, encontramos tan solo una formación de este tipo en la ciudad. Se trata de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Expiración de Jaén que remonta sus orígenes al año 1995.

En las Bandas de Cornetas y Tambores la plantilla está formada por Cornetas, trompetas y fliscornos. En la actualidad también se han incluido otros instrumentos como trombones, bombardinos y tubas. En cuanto a la percusión se utilizan tambores, timbales y bombos.

Finalmente, aunque la representación en la capital de este tipo de música es mínima, también haremos mención a la Música de Capilla.

La música de capilla fue la primera modalidad musical que se incorporó a los desfiles


procesionales de Sevilla ya que derivan de las capillas de ministriles del Renacimiento. A diferencia de las anteriores formaciones, los grupos de capilla se sitúan delante de la imagen a la que acompañan.

Actualmente, el grupo de capilla es una formación de tres instrumentos de viento-madera.

La música de capilla es una música fúnebre y de honda religiosidad, que da a los actos y a los desfiles un carácter austero y de recogimiento a la vez que engrandece la riqueza de la música procesional.

En la ciudad encontramos al grupo de capilla Santo Reino de Jaén, el cual está formado por un oboe, clarinete y fagot. Dicho grupo de capilla realizado actuaciones para diversas hermandades como: Hermandades de la Expiración, Estrella, El Perdón (Jaén), Hermandad de la Expiración de Martos, Hermandades de Málaga, Hermandad del Descendimiento de Alcalá de Henares, Hermandad de Barajas, Hermandades de Sevilla.

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